Hoy es en honor a esa gran mujer que sirvió a los demás, siempre con el rosario en la mano.
“De sangre soy albanesa. De ciudadanía, India. En lo referente a la fe, soy una monja Católica. Por mi vocación, pertenezco al mundo. En lo que se refiere a mi corazón, pertenezco totalmente al Corazón de Jesús”. De pequeña estatura, firme como una roca en su fe, a Madre Teresa de Calcuta le fue confiada la misión de proclamar la sed de amor de Dios por la humanidad, especialmente por los más pobres entre los pobres. “Dios ama todavía al mundo y nos envía a ti y a mi para que seamos su amor y su compasión por los pobres”. Fue un alma llena de la luz de Cristo, inflamada de amor por Él y ardiendo con un único deseo: “saciar su sed de amor y de almas”.
Esta mensajera luminosa del amor de Dios nació el 26 de agosto de 1910 en Skopje, una ciudad situada en el cruce de la historia de los Balcanes. Era la menor de los hijos de Nikola y Drane Bojaxhiu, recibió en el bautismo el nombre de Gonxha Agnes, hizo su Primera Comunión a la edad de cinco años y medio y recibió la Confirmación en noviembre de 1916. Desde el día de su Primera Comunión, llevaba en su interior el amor por las almas. La repentina muerte de su padre, cuando Gonxha tenía unos ocho años de edad, dejó a la familia en una gran estrechez financiera. Drane crió a sus hijos con firmeza y amor, influyendo grandemente en el carácter y la vocación de si hija. En su formación religiosa, Gonxha fue asistida además por la vibrante Parroquia Jesuita del Sagrado Corazón, en la que ella estaba muy integrada.
Cuando tenía dieciocho años, animada por el deseo de hacerse misionera, Gonxha dejó su casa en septiembre de 1928 para ingresar en el Instituto de la Bienaventurada Virgen María, conocido como Hermanas de Loreto, en Irlanda. Allí recibió el nombre de Hermana María Teresa (por Santa Teresa de Lisieux). En el mes de diciembre inició su viaje hacia India, llegando a Calcuta el 6 de enero de 1929. Después de profesar sus primeros votos en mayo de 1931, la Hermana Teresa fue destinada a la comunidad de Loreto Entally en Calcuta, donde enseñó en la Escuela para chicas St. Mary. El 24 de mayo de 1937, la Hermana Teresa hizo su profesión perpétua convirtiéndose entonces, como ella misma dijo, en “esposa de Jesús” para “toda la eternidad”. Desde ese momento se la llamó Madre Teresa. Continuó a enseñar en St. Mary convirtiéndose en directora del centro en 1944. Al ser una persona de profunda oración y de arraigado amor por sus hermanas religiosas y por sus estudiantes, los veinte años que Madre Teresa transcurrió en Loreto estuvieron impregnados de profunda alegría. Caracterizada por su caridad, altruismo y coraje, por su capacidad para el trabajo duro y por un talento natural de organizadora, vivió su consagración a Jesús entre sus compañeras con fidelidad y alegría.
El 10 de septiembre de 1946, durante un viaje de Calcuta a Darjeeling para realizar su retiro anual, Madre Teresa recibió su “inspiración,” su “llamada dentro de la llamada”. Ese día, de una manera que nunca explicaría, la sed de amor y de almas se apoderó de su corazón y el deseo de saciar la sed de Jesús se convirtió en la fuerza motriz de toda su vida. Durante las sucesivas semanas y meses, mediante locuciones interiores y visiones, Jesús le reveló el deseo de su corazón de encontrar “víctimas de amor” que “irradiasen a las almas su amor”. “Ven y sé mi luz”, Jesús le suplicó. “No puedo ir solo”. Le reveló su dolor por el olvido de los pobres, su pena por la ignorancia que tenían de Él y el deseo de ser amado por ellos. Le pidió a Madre Teresa que fundase una congregación religiosa, Misioneras de la Caridad, dedicadas al servicio de los más pobres entre los pobres. Pasaron casi dos años de pruebas y discernimiento antes de que Madre Teresa recibiese el permiso para comenzar. El 17 de agosto de 1948 se vistió por primera vez con el sari blanco orlado de azul y atravesó las puertas de su amado convento de Loreto para entrar en el mundo de los pobres.
Después de un breve curso con las Hermanas Médicas Misioneras en Patna, Madre Teresa volvió a Calcuta donde encontró alojamiento temporal con las Hermanitas de los Pobres. El 21 de diciembre va por vez primera a los barrios pobres. Visitó a las familias, lavó las heridas de algunos niños, se ocupó de un anciano enfermo que estaba extendido en la calle y cuidó a una mujer que se estaba muriendo de hambre y de tuberculosis. Comenzaba cada día entrando en comunión con Jesús en la Eucaristía y salía de casa, con el rosario en la mano, para encontrar y servir a Jesús en “los no deseados, los no amados, aquellos de los que nadie se ocupaba”. Después de algunos meses comenzaron a unirse a ella, una a una, sus antiguas alumnas.
El 7 de octubre de 1950 fue establecida oficialmente en la Archidiócesis de Calcuta la nueva congregación de las Misioneras de la Caridad. Al inicio de los años sesenta, Madre Teresa comenzó a enviar a sus Hermanas a otras partes de India. El Decreto de Alabanza, concedido por el Papa Pablo VI a la Congregación en febrero de 1965, animó a Madre Teresa a abrir una casa en Venezuela. Ésta fue seguida rápidamente por las fundaciones de Roma, Tanzania y, sucesivamente, en todos los continentes. Comenzando en 1980 y continuando durante la década de los años noventa, Madre Teresa abrió casas en casi todos los países comunistas, incluyendo la antigua Unión Soviética, Albania y Cuba.
Para mejor responder a las necesidades físicas y espirituales de los pobres, Madre Teresa fundó los Hermanos Misioneros de la Caridad en 1963, en 1976 la rama contemplativa de las Hermanas, en 1979 los Hermanos Contemplativos y en 1984 los Padres Misioneros de la Caridad. Sin embargo, su inspiración no se limitò solamente a aquellos que sentían la vocación a la vida religiosa. Creó los Colaboradores de Madre Teresa y los Colaboradores Enfermos y Sufrientes, personas de distintas creencias y nacionalidades con los cuales compartió su espíritu de oración, sencillez, sacrificio y su apostolado basado en humildes obras de amor. Este espíritu inspiró posteriormente a los Misioneros de la Caridad Laicos. En respuesta a las peticiones de muchos sacerdotes, Madre Teresa inició también en 1981 el Movimiento Sacerdotal Corpus Christi como un“pequeño camino de santidad” para aquellos sacerdotes que deseasen compartir su carisma y espíritu.
Durante estos años de rápido desarrollo, el mundo comenzó a fijarse en Madre Teresa y en la obra que ella había iniciado. Numerosos premios, comenzando por el Premio Indio Padmashri en 1962 y de modo mucho más notorio el Premio Nobel de la Paz en 1979, hicieron honra a su obra. Al mismo tiempo, los medios de comunicación comenzaron a seguir sus actividades con un interés cada vez mayor. Ella recibió, tanto los premios como la creciente atención “para gloria de Dios y en nombre de los pobres”.
Toda la vida y el trabajo de Madre Teresa fue un testimonio de la alegría de amar, de la grandeza y de la dignidad de cada persona humana, del valor de las cosas pequeñas hechas con fidelidad y amor, y del valor incomparable de la amistad con Dios. Pero, existía otro lado heroico de esta mujer que salió a la luz solo después de su muerte. Oculta a todas las miradas, oculta incluso a los más cercanos a ella, su vida interior estuvo marcada por la experiencia de un profundo, doloroso y constante sentimiento de separación de Dios, incluso de sentirse rechazada por Él, unido a un deseo cada vez mayor de su amor. Ella misma llamó “oscuridad” a su experiencia interior. La “dolorosa noche” de su alma, que comenzó más o menos cuando dio inicio a su trabajo con los pobres y continuó hasta el final de su vida, condujo a Madre Teresa a una siempre más profunda unión con Dios. Mediante la oscuridad, ella participó de la sed de Jesús (el doloroso y ardiente deseo de amor de Jesús) y compartió la desolación interior de los pobres.
Durante los últimos años de su vida, a pesar de los cada vez más graves problemas de salud, Madre Teresa continuó dirigiendo su Instituto y respondiendo a las necesidades de los pobres y de la Iglesia. En 1997 las Hermanas de Madre Teresa contaban casi con 4.000 miembros y se habían establecido en 610 fundaciones en 123 países del mundo. En marzo de 1997, Madre Teresa bendijo a su recién elegida sucesora como Superiora General de las Misioneras de la Caridad, llevando a cabo sucesivamente un nuevo viaje al extranjero. Después de encontrarse por última vez con el Papa Juan Pablo II, volvió a Calcuta donde transcurrió las últimas semanas de su vida recibiendo a las personas que acudían a visitarla e instruyendo a sus Hermanas. El 5 de septiembre, la vida terrena de Madre Teresa llegó a su fin. El Gobierno de India le concedió el honor de celebrar un funeral de estado y su cuerpo fue enterrado en la Casa Madre de las Misioneras de la Caridad. Su tumba se convirtió rápidamente en un lugar de peregrinación y oración para gente de fe y de extracción social diversa (ricos y pobres indistintamente). Madre Teresa nos dejó el ejemplo de una fe sólida, de una esperanza invencible y de una caridad extraordinaria. Su respuesta a la llamada de Jesús, “Ven y sé mi luz”, hizo de ella una Misionera de la Caridad, una “madre para los pobres”, un símbolo de compasión para el mundo y un testigo viviente de la sed de amor de Dios.
Menos de dos años después de su muerte, a causa de lo extendido de la fama de santidad de Madre Teresa y de los favores que se le atribuían, el Papa Juan Pablo II permitió la apertura de su Causa de Canonización. El 20 de diciembre del 2002 el mismo Papa aprobó los decretos sobre la heroicidad de las virtudes y sobre el milagro obtenido por intercesión de Madre Teresa.
Fuente: vatican.va
Proyecto 100 Rosarios
viernes, 25 de noviembre de 2011
jueves, 24 de noviembre de 2011
Beato Bartolomé Longo (1841-1926)
Dedico esta entrada a este gran Beato que supo reconducir su vida por el Buen Camino
Seglar de la Tercera Orden de Santo Domingo, abogado, casado y dedicado a acoger adolescentes incorregibles. Fundó el santuario de Nuestra Señora del Rosario de Pompeya y la congregación dominicana de Hijas del Santísimo Rosario de Pompeya. Fue beatificado por Juan Pablo II.
El Beato Bartolo Longo deseaba establecer la devoción al rosario en el valle donde había existido la antigua ciudad de Pompeya. Todos sus intentos por interesar a sus habitantes fracasaron. Tuvo entonces la idea de llevar hasta dicha área una imagen de Nuestra Señora del Rosario, pero la única imagen que pudo encontrar era muy mala. No le ayudó mucho el que la única forma que tuvo de hacérsela enviar fuera en un vagón de estiércol.
La condesa Mariana de Fusco, amiga (y posteriormente esposa) del Beato Bartolo, creyó que el cuadro era tan horrible que dijo: «Debe haber sido pintado a propósito para destruir la devoción a Nuestra Señora.» Sin embargo, una vez restaurado, se convirtió en el foco de numerosas peregrinaciones y el centro de un importante santuario de Nuestra Señora del Rosario. ¿Qué hay en tu vida que parezca arrugado y de lamentable aspecto? ¿Qué te hace sentirte no deseado y falto de atractivo? El Beato Bartolo (y el Patito Feo) miraron, más allá de lo externo, al potencial de lo interno. No importa cómo te sientas en este mismo momento; tienes un potencial enorme. El ejemplo del Beato Bartolo nos enseña que con fe, optimismo (y un poco de trabajo duro) todas las cosas pueden ser hechas como nuevas.
06 de octubre de 2008.
Graduado en leyes. Edificó el Santuario de Nuestra Señora del Rosario de Pompeya en 1876
Fue Beatificado por Juan Pablo II el 26 de Octubre de 1980.
El Papa Juan Pablo II lo cita muchas veces en su Encíclica sobre el Rosario: Rosarium Virginis Mariae.
Bartolo Longo nació en Latiano, en las cercanías de Brindisi, ubicada en el tacón de Italia, el 10 de Febrero de 1841. Sus padres fueron Bartolomé (médico) y Antonia Luparelli (hija de un magistrado). Desde niño se manifiesta muy ingenioso, vivo y de carácter ardiente. A los seis años fue llevado a un internado de los Padres Escolapios, en Francavilla Fontana. Allí hizo toda su primaria y secundaria (11 años). El resto de sus estudios lo realizó en Lecce y Nápoles. Aquí termina sus estudios de derecho en 1864, a los 23 años. Era de temperamento apasionado, su estructura o lo conducía al cielo o al infierno; jamás a un lugar intermedio. Era elegante, buen mozo e inteligente.
En la Universidad se enreda en la moda anticristiana de la época y se dedica a la política, a las supersticiones y al espiritismo: llegó a ser “medium” de primer rango y sacerdote espiritista. Fue su tiempo de alienación juvenil, de búsqueda desenfrenada. El estudio, las diversiones, la música (tocaba piano) y los amigos llenaban su días. No sobraba tiempo para la oración. Y Dios fue desapareciendo de día en día. Por otro lado, la filosofía de Hegel y el racionalismo de Renán lo tenían totalmente atrapado. Empezó a odiar a la Iglesia, organizando conferencias contra ella y alabando a los que criticaban al clero.
Esta experiencia paradójicamente le sirvió de peldaño para redescubrir la fe definitivamente. En este proceso, fueron instrumentos de Dios especialmente dos personas: un profesor amigo (Vincenzo Pepe) y un sacerdote dominico (el Padre Alberto Radente).
Su conversión, acaecida el día del Sagrado Corazón de Jesús de 1865, en la Iglesia del Rosario de Nápoles, le llevó a tomar decisiones radicales: abandonó la vida forense y se dedicó a obras de caridad y al estudio de la religión. Incluso renunció a propuestas muy ventajosas para la vida matrimonial.
Dios quiso elegir a este hombre pecador como instrumento para propagar su gloria con la construcción de un santuario dedicado a la Santísima Virgen María, que más tarde se llamaría Santuario de Nuestra Señora del Rosario de Pompeya. Allí, otros pecadores irían a encontrar perdón y paz.
En 1872 se radica en Pompeya por motivos profesionales: la condesa De Fusco le confió la administración de sus propiedades. Le impactó profundamente la miseria humana y religiosa de los pobres campesinos. A raíz de una inspiración especial decide dedicarse al catecismo y a la difusión del Santo Rosario.
En 1876, bajo sugerencia del Obispo de Nola, inicia la “campaña de un 'sueldo mensual'” para construir un templo en Pompeya. Como resultado de la cooperación humana y la intercesión prodigiosa de María surge un hermoso Santuario. Y en torno a esta construcción nace una ciudad mariana, enriquecida con numerosos institutos de caridad.
El “milagro de Pompeya” es producto de cincuenta años de trabajo incansable, ardiente e inteligente. Miles de niños abandonados recibieron ayuda, un hogar. Miles de personas se dieron a la oración, gracias a los escritos de San Bartolo Longo. Millones de peregrinos visitaron a la Virgen en su nuevo Santuario.
En 1885, siguiendo los consejos de amigos y superiores, San Bartolo Longo contrae matrimonio con la condesa De Fusco, que así se convierte en su colaboradora fiel y generosa. El 9 de Febrero de 1924 muere Mariana De Fusco a los 88 años de edad, siguiéndola el santo italiano, dos años después, el 5 Octubre de 1926.
En 1934 se inicia el proceso canónico para la beatificación; en 1947 Roma emite el decreto de introducción de la causa del Siervo de Dios; y el 26 de Octubre de 1980 Juan Pablo II lo proclama Beato. “Sobre todo puede decirse de él sin exagerar –afirma el Papa en esa oportunidad– que toda su vida fue un servicio permanente a la Iglesia, en nombre de María y por amor a Ella... El Rosario en sus manos, nos dice también a nosotros cristianos del S. XX: "¡Ojalá vuelva a despertarse tu confianza en la Santísima. Virgen del Rosario... Santa, venerada Madre, te traigo todas mis preocupaciones, en ti deposito toda mi confianza, toda mi esperanza.
Fuente: devociondelosquincesabados.blogspot.com
miércoles, 23 de noviembre de 2011
Beato Miguel Agustín Pro, mártir.
Hoy dedico la entrada a este mártir de México.
A partir del año 1825, el gobierno mexicano estuvo gobernado por hombres anticatólicos que quisieron exterminar la fe del país. Los buenos sacerdotes, religiosas y laicos tuvieron mucho que sufrir. Algunos murieron mártires, entre ellos nuestro querido y venerable Padre Pro.
Miguel Agustín Pro nació el 13 de enero de 1891, de una familia acomodada. Su padre era ejecutivo en una pequeña villa minera en el estado de Zacatecas. A pesar de ello, Miguel creció con un corazón sencillo y libre de prejuicios. Lo que más añoraba, cuando niño, era el recorrer las minas para poder compartir con los trabajadores. Desde pequeño se distinguió por un gran sentido del humor. Era un verdadero cómico por naturaleza, lo cual le ayudaría enormemente en su ministerio sacerdotal.
Antes de terminar sus estudios Miguel comenzó a trabajar con su padre en la oficina de la mina. Allí sus talentos naturales se fortificaron y aprendió a hacer muchas cosas ya que captaba con gran facilidad los detalles. Podía, por ejemplo escribir 100 palabras por minuto.
Se hizo amigo de los mineros y pudo captar su modo de hablar y comportarse, que se diferenciaban mucho de los de su propia casa. En este amor a los pobres se ve la mano de Dios, ya que, años más tarde, siendo perseguido por las autoridades, el Padre Pro utilizaría todo lo aprendido en la niñez para defender a Dios y a la Iglesia.
Un talento que Miguel adquirió desde muy temprana edad fue el de caricaturista. Era capaz de captar, de manera exagerada, las peculiaridades en las caras de la gente. También aprendió a tocar la guitarra y el mandolín.
Miguel amaba a su familia, especialmente a sus dos hermanas, las cuales entraron a la vida religiosa. Esto enfureció a Miguel. Viendo cuánto había afectado a Miguel la entrada de sus hermanas al convento, su mamá decidió invitarlo a un retiro. De allí salió Miguel transformado y decidido a ser sacerdote jesuita.
El 11 de agosto de 1911 entró al seminario de El Llano, Michoacán. Tenía veinte años. En esta época contrajo una enfermedad mortal, la cual supo siempre ocultar muy bien detrás de su rostro alegre.
A pesar de sus comedias y gran sentido del humor, Miguel fue un novicio y religioso grandemente observador de la Regla y de sus estudios.
La persecución no detiene su vocación
En una ocasión fue preciso que todos escaparan del seminario debido a la persecución contra la Iglesia. Aquí comienza el capítulo en la vida de Miguel Pro como héroe de la fe y genio en escurrirse de los opresores, para poder cumplir cabalmente su vocación sacerdotal.
El riesgo se convirtió en el estilo de vida de los sacerdotes y religiosos de México, ya que incluso se había prohibido la celebración de la Santa Misa. Muchos fueron encarcelados, torturados y expulsados del país. Muy pronto, Miguel junto con otros seminaristas, recibieron la noticia de que debían marcharse y continuar sus estudios en California. Fue entonces la última vez que Miguel vio a su mamá en este mundo. Después de un tiempo, Miguel y sus compañeros embarcaron para España, en donde estuvieron cinco años.
Fue ordenado sacerdote el 31 de agosto de 1925.
Regreso a una Iglesia de catacumbas
El Padre Pro regresó a un México devastado. El pueblo cristiano resistía los abusos de gobierno; ante lo cual el presidente Calles había decidido gobernar con mano de hierro. Llegó, pues, a la capital, ciudad que se convertiría en su parroquia y, cuyos parroquianos vivirían como en catacumbas, siempre en secreto, en escondite continuo, huyendo de la policía.
Lo primero que hizo fue encontrar a su padre y a sus hermanos. Luego planeó la orientación del terreno y el método de operación. Y, enseguida puso manos a la obra. Implementó cada truco que había aprendido, cada disfraz para poder llevar a Cristo a las almas en medio de la severa persecución. Le era necesario estar en continuas artimañas para lograr evadir a la policía. Organizó Estaciones de Comunión a lo largo de toda la ciudad; estas eran casas donde los fieles venían a recibir al Señor en la Eucaristía. Los primeros viernes, el número de comuniones sobrepasaba los 1,200.
Se celebraban Misas por toda la ciudad antes del amanecer, se apostaban vigilantes por si llegaba la policía, con claves que cambiaban constantemente, etc. Se juntaban los ricos y los pobres en unos cuartos pequeños para adorar al Señor y recibirlo de manos de los sacerdotes. Los que querían confesarse, tenían que llegar a los lugares señalados, antes de la Misa; algunas veces a las 5:30 a.m. Era realmente una Iglesia de catacumbas, como la de los primeros cristianos. Un verdadero testimonio de la fe.
Respecto a la grave enfermedad que padecía el Padre Pro y que incluso lo había llevado a hospitales y casas de convalecencia, le escribe a su Superior Provincial: "Aquí el trabajo es continuo y arduo. Únicamente puedo admirarme del gran Jefe que me permite llevarlo a cabo. ¿Enfermedad? ¿Quejas? ¿Que si me cuido? Ni siquiera tengo tiempo para pensar en semejantes cosas; y a la vez me siento tan bien y tan fuerte, que de no ser por pequeños, pequeñísimos atrasos, bien podría seguir así hasta el fin del mundo... Estoy disponible para cualquier cosa, pero, si no hay objeción, solicitaría el poder quedarme aquí".
En este escrito se nota el gran amor que animaba el corazón del P. Pro: la dependencia de Dios; el olvido propio en medio del dolor físico y del peligro; el celo por el Señor y por su gente; y su obediencia a los superiores, representantes auténticos de la Voluntad Divina para un religioso.
El presidente Calles y la policía trataban de acabar con estas organizaciones secretas. Arrestaban a los católicos practicantes y en especial a sus líderes, los torturaban y mataban.
Ante la persecución, el Padre Pro nunca dejó su ministerio sacerdotal. Se valía de sus dones y, sobre todo, de su profunda fe para continuar valientemente su ministerio. Hacía unas maniobras que desconcertaba a la policía. He aquí algunas.
I) Mientras la policía lo buscaba de casa en casa para matarlo, él, muy campante, estaba en un teatro dictando conferencias espirituales a más de cien muchachas del servicio. Y ninguna de ellas contó a nadie dónde estaba el Padre Pro.
II) Iba el Padre Pro en un taxi y, de pronto se dio cuenta de que la policía lo venía persiguiendo en otro carro. –"Siga usted su viaje, sin detenerse"– dijo al taxista –"que yo me lanzo a la calle". Y así lo hizo. Pero para disimular el porrazo que se daba, echó luego a andar por la calle con caminado de borracho y diciendo palabras sonoras. La policía creyó que era un verdadero borracho y siguió adelante. Sólo unos minutos después se dieron cuenta los agentes de que el tal "borrachito" era el "Padre Pro", y se devolvieron corriendo, pero ya se les había escapado.
III) Un día en plena calle se dio cuenta de que unos policías venían en su busca. Entró entonces a una farmacia y, tomando del brazo a una hermosa señorita, le dijo: "Diga que es mi novia, porque, si no, me echan a la cárcel"–. La señorita aceptó, y la policía al verlo del brazo con una muchacha (él iba vestido de civil) creyó que éste no podía ser el padre que ellos buscaban... Unos momentos después llegó el sargento y al describirle ellos cómo era el "novio", les grito furioso: "¡Pues ese es el cura Pro!". Corrieron a prenderlo, pero ya se les había escapado otra vez.
IV) Estando el Padre Pro en un alto edificio, presidiendo una reunión de muchachos de Acción Católica, cuando menos pensaron, se hallaron con que la policía había rodeado el edificio. El Padre se escondió en un armario en el preciso momento en que entraba al salón el coronel, con dos pistolas en las manos, preguntando por "El Cura Pro". Los muchachos le dijeron que ellos no sabían dónde estaría dicho sacerdote, pero el militar, lleno de furia les gritó: "Tienen un minuto para que me digan dónde está ese padre, o los mato a todos". Mas en ese momento sintió que le colocaban un cañón frío en la nuca. Era el Padre Pro, que había salido del armario.
–"Suelte esas pistolas o muere", le dijo el Padre. El coronel, tembloroso, soltó las pistolas que fueron recogidas por los muchachos. –"Ahora ustedes huyan", gritó Miguel Pro a los jóvenes. Y éstos salieron apresuradamente a esconderse y salir luego por los subterráneos del edificio. Luego el Padre dijo con tono picaresco: "Y usted, señor coronel, vuélvase, para que vea con qué lo puse manos a lo alto y lo desarmé". El coronel dio media vuelta y vio con gran humillación que el cañón frío que había sentido con miedo en la nuca era el pico de una botella vacía. Con una simple botella vacía había desarmado el padrecito a un coronel que llevaba en sus manos pistolas cargadas.
Un mártir mexicano para la Iglesia
El movimiento tenía como líder principal al P. Pro y como lema: "Viva Cristo Rey". Así, en medio de escondites, incertidumbres, luchas, miedo, fe, valentía, dolor..., transcurrió cerca de año y medio. El presidente Calles lo mandó arrestar, acusándolo de haber sido responsable de un complot y de atentados y acciones revolucionarias contra el gobierno, siendo todo ello absolutamente falso.
Al final, para evitar que mataran a varios católicos que tenían presos, el Padre Pro se entregó a la policía,
Lo encarcelaron y le dieron sentencia de muerte. El 23 de noviembre de 1927, camino al lugar de fusilamiento uno de los agentes le preguntó si le perdonaba. El Padre le respondió: "No solo te perdono, sino que te estoy sumamente agradecido". Le dijeron que expusiera su último deseo. El Padre Pro dijo: "Yo soy absolutamente ajeno a este asunto... Niego terminantemente haber tenido alguna participación en el complot". "Quiero que me dejen unos momentos para rezar y encomendarme al Señor". Se arrodilló y dijo, entre otras cosas: "Señor, Tú sabes que soy inocente. Perdono de corazón a mis enemigos".
Antes de recibir la descarga, el P. Pro oró por sus verdugos: "Dios tenga compasión de ustedes"; y, también los bendijo: "Que Dios los bendiga". Extendió los brazos en cruz. Tenía el Rosario en una mano y el Crucifijo en la otra. Exclamó: "¡Viva Cristo Rey!". Esas fueron sus últimas palabras. Enseguida, el tiro de gracia.
Oración: Venerable Padre Pro, que supiste vivir tu vocación en las mas difíciles circunstancias, ayúdanos con tu intercesión a ser católicos valientes y no ceder ante la tentaciones de este mundo. Que nuestra vida, como la tuya, de mucho fruto para gloria de Dios y el bien de las almas. Amén.
Fuente: jesustellama
sábado, 19 de noviembre de 2011
La Virgen del Santo Rosario, ¡Auxilio de los Cristianos!
Europa y con ella toda la cristiandad estaba en grave peligro de extinción. Sabemos, por las promesas de Jesucristo, que eso no puede ocurrir pero, humanamente, no había solución para la amenaza del Islam. Los Musulmanes se proponían hacer desaparecer, a punta de espada, el cristianismo. Ya habían tomado Tierra Santa, Constantinopla, Grecia, Albania, África del Norte y España. En esas extensas regiones el cristianismo era perseguido, y muchos mártires derramaron su sangre, muchas diócesis desaparecieron completamente. Después de 700 años de lucha por la reconquista, España y Portugal pudieron librarse del dominio musulmán. Esa lucha comenzó a los pies de la Virgen de Covadonga y culminó con la conquista de Granada, cuando los reyes católicos, Fernando e Isabel, pudieron definitivamente expulsar a los moros de la península en el 1492. ¡La importancia de esta victoria es incalculable ya que en ese mismo año ocurre el descubrimiento de América y la fe se comienza a propagar en el nuevo continente!.
La Batalla de Lepanto: En ltiempos de Santo Padre Pío V (1566 - 1572), los musulmanes controlaban el Mar Mediterráneo y preparaban la invasión de la Europa cristiana. Los reyes católicos de Europa estaban divididos y parecían no darse cuenta del peligro inminente. El Papa pidió ayuda pero no le hicieron mucho caso hasta que el peligro se hizo muy real y la invasión era certera. El 17 de septiembre de 1569 pidió que se rezase el Santo Rosario. El 7 de octubre de 1571 se encontraron las dos flotas, la crisitana y la musulmana, en el Golfo de Corinto, cerca de la ciudad griega de Lepanto. La flota cristiana, compuesta de soldados de los Estados Papales, de Venecia, Génova y España y comandada por Don Juan de Austria entró en batalla contra un enemigo muy superior en número y buques de guerra. Se jugaba el destino de la Europa cristiana. Antes del ataque, las tropas cristianas rezaron el Santo Rosario con mucha devoción. La batalla de Lepanto duró hasta altas horas de la tarde pero, al final, los cristianos resultaron victoriosos.
Mientras la batalla transcurría, en Roma el Papa recitaba el Rosario en su capilla. En eso, el Papa salió de su capilla y, por aparente inspiración, anunció a todos los presentes y con gran calma que la Santísima Virgen le había concedido la victoria a los crisitanos. Semanas mas tarde llegó el finalmente el mensaje de la victoria de parte de Don Juan de Austira, quién, desde un principio, atribuyó el triunfo de cristiano a la poderosa intercesión de Nuestra Señora del Rosario. Agradecido con Nuestra Madre, el Papa Pío V instituyó la fiesta de Nuestra Señora de las Victorias y agregó a las Letanía de la Santísima Virgen el título de "Auxilio de los Cristianos". Más adelante, el Papa Gregorio III cambió el nombre de la fiesta a la de Nuestra Señora del Rosario.
El sitio de Viena.
Los turcos seguían siendo poderosos en tierra y, en el siglo siguiente, invadieron a Europa desde el Este y, después de tomar enormes territorios, sitiaron a Viena, capital de Austria. Una vez mas, las tropas enemigas eran muy superiores. Si conquistaban la ciudad, el resto de Europa caería rendida . El emperador depositó su confianza y rogó protección a Nuestra Señora del Rosario. Hubo una gran batalla y gran derramamiento de sangre y ya, cuando todo parececía perdido, el alivio llegó el día de la fiesta del Santo Nombre de María, 12 de septiembre, de 1683, cuando el rey de Polonia, Jan Sobieski, llegó con al rescate al frente de un ejército crisitano, derrotando a finalmente a los turcos.
La batalla de Temevar.
Los turcos sufrieron otra gran derrota a manos del Príncipe Eugenio de Saboya, comandante de los ejércitos cristianos, en Temesvar (en la Rumania moderna), el 5 de agosto de 1716, en aquel entonces era la fiesta de Nuestra Señora de las Nieves. El Papa Clemente XI atribuyó esta victoria a la devoción manifestada a Nuestra Señora del Rosario. En acción de gracias, mandó que la fiesta del Santo Rosario fuera celebrada por la Iglesia universal.
Fuente:http://www.ewtn.com
La Batalla de Lepanto: En ltiempos de Santo Padre Pío V (1566 - 1572), los musulmanes controlaban el Mar Mediterráneo y preparaban la invasión de la Europa cristiana. Los reyes católicos de Europa estaban divididos y parecían no darse cuenta del peligro inminente. El Papa pidió ayuda pero no le hicieron mucho caso hasta que el peligro se hizo muy real y la invasión era certera. El 17 de septiembre de 1569 pidió que se rezase el Santo Rosario. El 7 de octubre de 1571 se encontraron las dos flotas, la crisitana y la musulmana, en el Golfo de Corinto, cerca de la ciudad griega de Lepanto. La flota cristiana, compuesta de soldados de los Estados Papales, de Venecia, Génova y España y comandada por Don Juan de Austria entró en batalla contra un enemigo muy superior en número y buques de guerra. Se jugaba el destino de la Europa cristiana. Antes del ataque, las tropas cristianas rezaron el Santo Rosario con mucha devoción. La batalla de Lepanto duró hasta altas horas de la tarde pero, al final, los cristianos resultaron victoriosos.
Mientras la batalla transcurría, en Roma el Papa recitaba el Rosario en su capilla. En eso, el Papa salió de su capilla y, por aparente inspiración, anunció a todos los presentes y con gran calma que la Santísima Virgen le había concedido la victoria a los crisitanos. Semanas mas tarde llegó el finalmente el mensaje de la victoria de parte de Don Juan de Austira, quién, desde un principio, atribuyó el triunfo de cristiano a la poderosa intercesión de Nuestra Señora del Rosario. Agradecido con Nuestra Madre, el Papa Pío V instituyó la fiesta de Nuestra Señora de las Victorias y agregó a las Letanía de la Santísima Virgen el título de "Auxilio de los Cristianos". Más adelante, el Papa Gregorio III cambió el nombre de la fiesta a la de Nuestra Señora del Rosario.
El sitio de Viena.
Los turcos seguían siendo poderosos en tierra y, en el siglo siguiente, invadieron a Europa desde el Este y, después de tomar enormes territorios, sitiaron a Viena, capital de Austria. Una vez mas, las tropas enemigas eran muy superiores. Si conquistaban la ciudad, el resto de Europa caería rendida . El emperador depositó su confianza y rogó protección a Nuestra Señora del Rosario. Hubo una gran batalla y gran derramamiento de sangre y ya, cuando todo parececía perdido, el alivio llegó el día de la fiesta del Santo Nombre de María, 12 de septiembre, de 1683, cuando el rey de Polonia, Jan Sobieski, llegó con al rescate al frente de un ejército crisitano, derrotando a finalmente a los turcos.
La batalla de Temevar.
Los turcos sufrieron otra gran derrota a manos del Príncipe Eugenio de Saboya, comandante de los ejércitos cristianos, en Temesvar (en la Rumania moderna), el 5 de agosto de 1716, en aquel entonces era la fiesta de Nuestra Señora de las Nieves. El Papa Clemente XI atribuyó esta victoria a la devoción manifestada a Nuestra Señora del Rosario. En acción de gracias, mandó que la fiesta del Santo Rosario fuera celebrada por la Iglesia universal.
Fuente:http://www.ewtn.com
domingo, 30 de octubre de 2011
Historia del Rosario
Entre las devociones a María, con el paso de los años, una se destaca claramente: el Santo Rosario.
J. FERRER SERRATE , M. GARCIA MIRALLES (GER)
primeroscristianos.com
El pueblo cristiano siempre ha sentido la necesidad de la mediación de María, Omnipotencia suplicante, canal de la gracia: se multiplican así a lo largo de los siglos las devociones marianas, tanto litúrgicas coma populares. Sin embargo, entre las devociones a María, con el paso de los años, una se destaca claramente: el Santo Rosario, el ejercicio piadoso por excelencia en honor de la Santísima Virgen María, Madre de Dios. Se compone, en su forma típica y plenaria, de quince decenas de Avemarías, intercaladas por el rezo del Padrenuestro y del Gloria y añadiéndose al final las invocaciones de las letanías lauretanas. A la oración vocal se une la meditación de los misterios gozosos,
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
En la antigüedad, los romanos y los griegos solían coronar con rosas a las estatuas que representaban a sus dioses como símbolo del ofrecimiento de sus corazones. La palabra rosario significa "corona de rosas".
Siguiendo esta tradición, las mujeres cristianas que eran llevadas al martirio por los romanos, marchaban por el Coliseo vestidas con sus ropas más vistosas y con sus cabezas adornadas de coronas de rosas, como símbolo de alegría y de la entrega de sus corazones al ir al encuentro de Dios. Por la noche, los cristianos recogían sus coronas y por cada rosa, recitaban una oración o un salmo por el eterno descanso del alma de las mártires.
ORIGEN Y DESARROLLO
En la Edad Media, se saluda a la Virgen María con el título de rosa, símbolo de la alegría. El bienaventurado Hermann le dirá: «Alégrate, Tú, la misma belleza. / Yo te digo: Rosa, Rosa», y en un manuscrito francés medieval se lee: «cuando la bella rosa María comienza a florecer, el invierno de nuestras tribulaciones se desvanece y el verano de la eterna alegría comienza a brillar». Se adornan las imágenes de la Virgen con una «corona de rosas» y se canta a María como «jardín de rosas» (en latín medieval rosarium); así se explica la etimología del nombre que ha llegado a nuestros días.
En esa época, los que no sabían recitar los 150 salmos del Oficio divino los sustituían por 150 Avemarías, acompañadas de genuflexiones, sirviéndose para contarlas de granos enhebrados por decenas o de nudos hechos en una cuerda. A la vez se meditaba y se predicaba la vida de la Virgen. En el s. XIII, en Inglaterra, el abad cisterciense Étienne de Sallai escribe unas meditaciones en donde aparecen 15 gozos de Nuestra Señora, terminando cada una de ellas con un Avemaría.
Sin entrar en una discusión crítico-histórica pormenorizada sobre los detalles del origen último del Rosario en su estructura actual, podemos afirmar que es, sin duda, Santo Domingo de Guzmán el hombre que en su época más contribuyó a la formación del Rosario y a su propagación, no sin inspiración de Santa María Virgen. Motivo fue el extenderse la herejía albigense, a la que combatió, «no con la fuerza de las armas, sino con la más acendrada fe en la devoción del Santo Rosario, que fue el primero en propagar, y que personalmente y por sus hijos llevó a los cuatro ángulos del mundo...» (León XIII, Enc. Supremi apostolatus, 1 sept. 1883).
A finales del s. XV los dominicos Alain de la Rochelle en Flandes, Santiago de Sprenger y Félix Fabre en Colonia, dan al Rosario una estructura similar a la de hoy: se rezan cinco o quince misterios, cada uno compuesto por diez Avemarías. Se estructura la contemplación de los misterios, que se dividen en gozosos, dolorosos y gloriosos, repasando así en el ciclo semanal los hechos centrales de la vida de Jesús y de María, como en un compendio del año litúrgico y de todo el Evangelio. Por último se fija el rezo de las letanías, cuyo origen en la Iglesia es muy antiguo.
La devoción al Rosario adquirió un notable impulso en tiempos de León XIII añadiéndose a las letanías lauretanas la invocación «Reina del Santísimo Rosario».
En los últimos tiempos ha contribuido de manera especial a la fundamentación y propagación de esta devoción mariana los hechos milagrosos de Lourdes y Fátima: «la misma Santísima Virgen, en nuestros tiempos, quiso recomendar con insistencia esta práctica cuando se apareció en la gruta de Lourdes y enseñó a aquella joven la manera de rezar el Rosario.
ESTRUCTURA
La forma típica y plenaria del rezo del Rosario, con 150 Avemarías, se ha distribuido en tres ciclos de misterios, gozosos, dolorosos y gloriosos a lo largo de la semana, dando lugar a la forma habitual del rezo de cinco decenas de Avemarías, contemplando cinco misterios -diarios (la costumbre suele asignar al domingo, miércoles y sábado los gloriosos; los gozosos al lunes y jueves y los dolorosos al martes y viernes), rezándose al final de los cinco misterios las letanías lauretanas. Juan Pablo II añadió el ciclo de misterios luminosos los jueves.
Los tres grupos de misterios nos recuerdan los tres grandes misterios de la salvación. El misterio de la Encarnación nos lo evocan los gozos de la Anunciación, de la Visitación, de la Natividad del Señor, su Presentación en el templo y la Purificación de su Madre y, por último, su encuentro entre los doctores en el Templo. El misterio de la Redención está representado por los diversos momentos de la Pasión: la oración y agonía en el huerto de Getsemaní, la flagelación, la coronación de espinas, el camino del Calvario con la Cruz a cuestas y la crucifixión. El misterio de la vida eterna nos lo evoca la Resurrección del Señor, su Ascensión, Pentecostés, la Asunción de María y su Coronación como Reina. «Todo el Credo pasa, pues, ante nuestros ojos, no de una manera abstracta, con fórmulas dogmáticas, sino de una manera concreta en la vida de Cristo, que desciende a nosotros y sube a su Padre para conducirnos a Él. Es todo el dogma cristiano, en toda su profundidad y esplendor, para que podamos de esta manera y todos los días, comprenderlo, saborearlo y alimentar nuestra alma con él» (R. Garrigou-Lagrange, La Madre del Salvador y nuestra vida interior, 3 ed. Buenos Aires 1954, 261).
INSTITUCIÓN DE LA FIESTA DEL SANTO ROSARIO
El 7 de octubre de 1571 se llevó a cabo la batalla naval de Lepanto, en la cual los cristianos vencieron a los turcos. Los cristianos sabían que si perdían esta batalla, su religión podía peligrar y por esta razón confiaron en la ayuda de Dios a través de la intercesión de la Santísima Virgen. El Papa San Pío V pidió a los cristianos rezar el rosario por la flota.
Días más tarde llegaron los mensajeros con la noticia oficial del triunfo cristiano. Posteriormente, instituyó la fiesta de Nuestra Señora de las Victorias el 7 de octubre.
Un año más tarde, Gregorio XIII cambió el nombre de la fiesta por el de Nuestra Señora del Rosario y determinó que se celebrase el primer domingo de Octubre (día en que se había ganado la batalla). Actualmente se celebra la fiesta del Rosario el 7 de Octubre y algunos dominicos siguen celebrándola el primer domingo del mes.
Fuente: Fluvium
J. FERRER SERRATE , M. GARCIA MIRALLES (GER)
primeroscristianos.com
El pueblo cristiano siempre ha sentido la necesidad de la mediación de María, Omnipotencia suplicante, canal de la gracia: se multiplican así a lo largo de los siglos las devociones marianas, tanto litúrgicas coma populares. Sin embargo, entre las devociones a María, con el paso de los años, una se destaca claramente: el Santo Rosario, el ejercicio piadoso por excelencia en honor de la Santísima Virgen María, Madre de Dios. Se compone, en su forma típica y plenaria, de quince decenas de Avemarías, intercaladas por el rezo del Padrenuestro y del Gloria y añadiéndose al final las invocaciones de las letanías lauretanas. A la oración vocal se une la meditación de los misterios gozosos,
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
En la antigüedad, los romanos y los griegos solían coronar con rosas a las estatuas que representaban a sus dioses como símbolo del ofrecimiento de sus corazones. La palabra rosario significa "corona de rosas".
Siguiendo esta tradición, las mujeres cristianas que eran llevadas al martirio por los romanos, marchaban por el Coliseo vestidas con sus ropas más vistosas y con sus cabezas adornadas de coronas de rosas, como símbolo de alegría y de la entrega de sus corazones al ir al encuentro de Dios. Por la noche, los cristianos recogían sus coronas y por cada rosa, recitaban una oración o un salmo por el eterno descanso del alma de las mártires.
ORIGEN Y DESARROLLO
En la Edad Media, se saluda a la Virgen María con el título de rosa, símbolo de la alegría. El bienaventurado Hermann le dirá: «Alégrate, Tú, la misma belleza. / Yo te digo: Rosa, Rosa», y en un manuscrito francés medieval se lee: «cuando la bella rosa María comienza a florecer, el invierno de nuestras tribulaciones se desvanece y el verano de la eterna alegría comienza a brillar». Se adornan las imágenes de la Virgen con una «corona de rosas» y se canta a María como «jardín de rosas» (en latín medieval rosarium); así se explica la etimología del nombre que ha llegado a nuestros días.
En esa época, los que no sabían recitar los 150 salmos del Oficio divino los sustituían por 150 Avemarías, acompañadas de genuflexiones, sirviéndose para contarlas de granos enhebrados por decenas o de nudos hechos en una cuerda. A la vez se meditaba y se predicaba la vida de la Virgen. En el s. XIII, en Inglaterra, el abad cisterciense Étienne de Sallai escribe unas meditaciones en donde aparecen 15 gozos de Nuestra Señora, terminando cada una de ellas con un Avemaría.
Sin entrar en una discusión crítico-histórica pormenorizada sobre los detalles del origen último del Rosario en su estructura actual, podemos afirmar que es, sin duda, Santo Domingo de Guzmán el hombre que en su época más contribuyó a la formación del Rosario y a su propagación, no sin inspiración de Santa María Virgen. Motivo fue el extenderse la herejía albigense, a la que combatió, «no con la fuerza de las armas, sino con la más acendrada fe en la devoción del Santo Rosario, que fue el primero en propagar, y que personalmente y por sus hijos llevó a los cuatro ángulos del mundo...» (León XIII, Enc. Supremi apostolatus, 1 sept. 1883).
A finales del s. XV los dominicos Alain de la Rochelle en Flandes, Santiago de Sprenger y Félix Fabre en Colonia, dan al Rosario una estructura similar a la de hoy: se rezan cinco o quince misterios, cada uno compuesto por diez Avemarías. Se estructura la contemplación de los misterios, que se dividen en gozosos, dolorosos y gloriosos, repasando así en el ciclo semanal los hechos centrales de la vida de Jesús y de María, como en un compendio del año litúrgico y de todo el Evangelio. Por último se fija el rezo de las letanías, cuyo origen en la Iglesia es muy antiguo.
La devoción al Rosario adquirió un notable impulso en tiempos de León XIII añadiéndose a las letanías lauretanas la invocación «Reina del Santísimo Rosario».
En los últimos tiempos ha contribuido de manera especial a la fundamentación y propagación de esta devoción mariana los hechos milagrosos de Lourdes y Fátima: «la misma Santísima Virgen, en nuestros tiempos, quiso recomendar con insistencia esta práctica cuando se apareció en la gruta de Lourdes y enseñó a aquella joven la manera de rezar el Rosario.
ESTRUCTURA
La forma típica y plenaria del rezo del Rosario, con 150 Avemarías, se ha distribuido en tres ciclos de misterios, gozosos, dolorosos y gloriosos a lo largo de la semana, dando lugar a la forma habitual del rezo de cinco decenas de Avemarías, contemplando cinco misterios -diarios (la costumbre suele asignar al domingo, miércoles y sábado los gloriosos; los gozosos al lunes y jueves y los dolorosos al martes y viernes), rezándose al final de los cinco misterios las letanías lauretanas. Juan Pablo II añadió el ciclo de misterios luminosos los jueves.
Los tres grupos de misterios nos recuerdan los tres grandes misterios de la salvación. El misterio de la Encarnación nos lo evocan los gozos de la Anunciación, de la Visitación, de la Natividad del Señor, su Presentación en el templo y la Purificación de su Madre y, por último, su encuentro entre los doctores en el Templo. El misterio de la Redención está representado por los diversos momentos de la Pasión: la oración y agonía en el huerto de Getsemaní, la flagelación, la coronación de espinas, el camino del Calvario con la Cruz a cuestas y la crucifixión. El misterio de la vida eterna nos lo evoca la Resurrección del Señor, su Ascensión, Pentecostés, la Asunción de María y su Coronación como Reina. «Todo el Credo pasa, pues, ante nuestros ojos, no de una manera abstracta, con fórmulas dogmáticas, sino de una manera concreta en la vida de Cristo, que desciende a nosotros y sube a su Padre para conducirnos a Él. Es todo el dogma cristiano, en toda su profundidad y esplendor, para que podamos de esta manera y todos los días, comprenderlo, saborearlo y alimentar nuestra alma con él» (R. Garrigou-Lagrange, La Madre del Salvador y nuestra vida interior, 3 ed. Buenos Aires 1954, 261).
INSTITUCIÓN DE LA FIESTA DEL SANTO ROSARIO
El 7 de octubre de 1571 se llevó a cabo la batalla naval de Lepanto, en la cual los cristianos vencieron a los turcos. Los cristianos sabían que si perdían esta batalla, su religión podía peligrar y por esta razón confiaron en la ayuda de Dios a través de la intercesión de la Santísima Virgen. El Papa San Pío V pidió a los cristianos rezar el rosario por la flota.
Días más tarde llegaron los mensajeros con la noticia oficial del triunfo cristiano. Posteriormente, instituyó la fiesta de Nuestra Señora de las Victorias el 7 de octubre.
Un año más tarde, Gregorio XIII cambió el nombre de la fiesta por el de Nuestra Señora del Rosario y determinó que se celebrase el primer domingo de Octubre (día en que se había ganado la batalla). Actualmente se celebra la fiesta del Rosario el 7 de Octubre y algunos dominicos siguen celebrándola el primer domingo del mes.
Fuente: Fluvium
sábado, 18 de junio de 2011
Audiencia a los representantes de diversas etnias de gitanos
Discurso que el Papa Benedicto XVI pronunció en el Aula Pablo VI, a los representantes de diversas etnias de gitanos en celebración del 75º aniversario del martirio y 150º del nacimiento del Beato Zefirino Giménez Malla (1861-1936), gitano de origen español.
Ciudad del Vaticano, 11 de junio de 2011.
¡Venerados hermanos,
queridos hermanos y hermanas!
o Del si tumentsa! [¡El Señor esté con vosotros!]
Es para mí una gran alegría encontrarme con vosotros y daros una cordial bienvenida, en ocasión de vuestro peregrinaje a la tumba del Apóstol Pedro. Agradezco al arzobispo monseñor Antonio María Vegliò, Presidente del Consejo Pontificio de la Pastoral para los Emigrantes y los Itinerantes, por las palabras que me ha dirigido en vuestro nombre y por haber organizado el evento. Extiendo la expresión de mi gratitud también a la Fundación "Migrantes" de la Conferencia Episcopal Italiana, a la Diócesis de Roma y a la Comunidad de San Egidio, por haber colaborado en la realización de este peregrinaje y por lo que hacen cotidianamente en pro de vuestra acogida e integración. Un “gracias” particular a vosotros, por haber ofrecido vuestros testimonios, tan significativos.
Habéis llegado a Roma de todas partes de Europa para manifestar vuestra fe y vuestro amor por Cristo, por la Iglesia -que es una casa para todos vosotros- y por el Papa. El Siervo de Dios Pablo VI dirigió a los gitanos, en 1965, estas inolvidables palabras: “Vosotros en la Iglesia no estáis al margen, sino que de alguna manera, estáis en el centro, vosotros sois el corazón de la Iglesia”. También yo hoy repito con afecto: ¡Estáis en el corazón de la Iglesia! Sois una amada porción del Pueblo de Dios peregrinante y nos recordáis que “no tenemos aquí abajo una ciudad permanente, sino que buscamos la futura” (Hb 13,14). También a vosotros ha llegado el mensaje de salvación, al que habéis respondido con fe y esperanza, enriqueciendo la comunidad eclesial de creyentes laicos, sacerdotes, diáconos, religiosos y religiosas gitanos. Vuestro pueblo ha dado a la Iglesia el beato Ceferino Giménez Malla, del que hoy celebramos el 150º aniversario de su nacimiento y el 75º de su martirio. La amistad con el Señor hizo de este mártir, testimonio auténtico de la fe y de la caridad. Con la intensidad con la que él adoraba a Dios y descubría su presencia en todas las personas y en todos los acontecimientos, el beato Ceferino amaba a la Iglesia y a sus pastores. Terciario franciscano, permaneció fiel a su ser gitano, a la historia y a la identidad de su propia etnia. Casado según la tradición de los gitanos, junto a su esposa decidió validar el vínculo en la Iglesia con el Sacramento del Matrimonio. Su profunda religiosidad encontraba expresión en la participación cotidiana en la Santa Misa y en el rezo del Rosario. Fue justo el rosario que llevaba siempre en el bolsillo, la causa de su arresto e hizo del beato Ceferino un “auténtico mártir del Rosario”, ya que no dejó que se lo quitasen de la mano ni siquiera en el momento de su muerte: Hoy el beato Ceferino nos invita a seguir su ejemplo y nos indica también el camino: la dedicación a la oración y en particular al Rosario, el amor por la Eucaristía y por los demás Sacramentos, la observancia de los Mandamientos, la honestidad, la caridad y la generosidad hacia el prójimo, especialmente hacia los pobres; esto os hará fuertes ante el riesgo de que las sectas u otros grupos pongan en peligro vuestra relación con la Iglesia.
Vuestra historia es compleja y, en algunos periodos, dolorosa. Sois un pueblo que en los siglos pasados no ha vivido ideologías nacionalistas, que no ha aspirado a poseer una tierra o a dominar a otras gentes. Os habéis quedado sin patria y habéis considerado el Continente en su conjunto como vuestra casa.
Sin embargo, persisten problemas graves y preocupantes, como las relaciones a menudo difíciles con las sociedades en las que vivís. Desgraciadamente a través de los siglos habéis conocido el sabor amargo de la no acogida y, a veces, de la persecución, como sucedió en la II Guerra Mundial: miles de mujeres, hombres y niños fueron asesinados salvajemente en los campos de exterminio. Fue – como decís vosotros – el Porrájmos, “La Gran Destrucción”, un drama todavía poco reconocido y del que se desconocen las proporciones, pero que vuestras familias llevan impreso en el corazón. Durante mi visita al campo de concentración de Auschwitz-Birkenau, el 28 de mayo de 2006, recé por las víctimas de las persecuciones y me incliné frente a la lápida en lengua romaní, que recuerda a vuestros caídos. ¡La conciencia europea no puede olvidar tanto dolor! ¡Qué nunca más sea, vuestro pueblo, objeto de vejaciones, de rechazo y de desprecio! ¡Por vuestra parte buscad siempre la justicia, la legalidad, la reconciliación y esforzaos por no ser nunca causa de sufrimiento de otros!
Hoy, gracias a Dios, la situación está cambiando: nuevas oportunidades se abren delante de vosotros, mientras que adquirís nueva conciencia. Durante este tiempo habéis creado una cultura de las expresiones significativas, como la música y el canto, que han enriquecido Europa. Muchas etnias ya no son nómadas, sino que buscan la estabilidad con nuevas expectativas frente a la vida. La Iglesia camina con vosotros y os invita a vivir según las comprometedoras exigencias del Evangelio, confiando en la fuerza de Cristo, hacia un futuro mejor. También Europa, que reduce las fronteras y considera riqueza a la diversidad de los pueblos y de las culturas, os ofrece nuevas posibilidades. ¡Os invito, queridos amigos, a escribir juntos una nueva página de la historia para vuestro pueblo y para Europa! La búsqueda de alojamiento y de un trabajo digno y de educación para los hijos son la base sobre la que construir la integración que traerá beneficios para vosotros y para toda la sociedad. ¡Dad vosotros también, vuestra efectiva y leal colaboración, para que vuestras familias se inserten dignamente en el tejido civil europeo! Muchos de entre vosotros son niños y jóvenes que desean educarse y vivir con los demás y como los demás. A estos los miro con particular afecto, convencido de que vuestros hijos tienen derecho a una vida mejor. ¡Sea su bien vuestra gran aspiración! Custodiad la dignidad y el valor de vuestras familias, pequeñas iglesias domésticas, para que sean verdaderamente escuelas de humanidad (cfr Gaudium et spes, 52). Que las instituciones, por su parte, se esfuercen por velar adecuadamente por este proceso.
Finalmente, también estáis llamados a participar activamente en la misión evangelizadora de la Iglesia, promoviendo la actividad pastoral en vuestras comunidades. La presencia entre vosotros de sacerdotes, diáconos y personas consagradas, que pertenecen a vuestras etnias, son un don de Dios y signo positivo del diálogo de las Iglesias locales con vuestro pueblo, que necesita sostener y desarrollar. Confiad y escuchad a estos vuestros hermanos y hermanas, y ofreced, junto a ellos, el coherente y gozoso anuncio del amor de Dios por el pueblo gitano, ¡cómo por todos los pueblos! La Iglesia desea que todos los hombres se reconozcan hijos del mismo Padre y miembros de la misma familia humana. Estamos en la vigilia de Pentecostés, cuando el Señor mandó su Espíritu sobre los Apóstoles que comenzaron a anunciar el Evangelios en las lenguas de todos los pueblos. Que el Espíritu Santo distribuya sus dones abundantemente sobre todos vosotros, sobre vuestras familias y comunidades esparcidas por el mundo y os haga testigos generosos de Cristo Resucitado. María Santísima, tan amada por vuestro pueblo y que vosotros invocáis como "Amari Devleskeridej", “Nuestra Madre de Dios”, os acompañe por los caminos del mundo y que el beato Zefirino os sostenga con su intercesión.
Naisìv tumenge savorenge katar o ilò kaj avilèn katè ande o kher le Petrosko te sikavèn tumarò pacamòs aj tumarò kamimòs pe e khangherì taj vi pe o Papa. O Blago Zefirino si tumende iek sicarimòs katar ek trajo traimè e Kristòske taj vi pe e khangerì, ke dikàve o sicarimòs aj o kamimòs pe sa le manušà. O Papa si pašè po svako iek anda tumende, taj isarèl tumen ande pesko rugimòs. O Del del tumèn blàgosto, tumarè enè, tumarè familje, aj tumarò trajo ke avela maj anglè. O Del del tumén sastimós te baxht acén e Devlesa.
[Agradezco de corazón a todos los que os habéis reunido en la Sede de Pedro para manifestar vuestra fe y vuestro amor por la Iglesia y por el Papa. Que el Beato Ceferino sea para todos vosotros, ejemplo de una vida vivida para Cristo y para la Iglesia, en la observancia de los mandamientos y en el amor hacia el prójimo. El Papa está cerca de cada uno de vosotros y os recuerda en sus oraciones. Que el Señor os bendiga a vosotros, vuestras comunidades, vuestras familias y vuestro futuro. Que el Señor os dé salud y fortuna. ¡Permaneced con Dios!]
¡Gracias! ¡Y Buen Pentecostés para todos vosotros!
Fuente: Fluvium.org
viernes, 6 de mayo de 2011
viernes, 29 de abril de 2011
Rosario de la Fontcalda
domingo, 1 de agosto de 2010
Un pequeño empujón para el rezo del Santo Rosario
miércoles, 19 de mayo de 2010
El Santo Rosario
¿Por qué el Santo Padre invita a los cristianos a rezar el Rosario cada día?
Por muchas razones. Lo hace sobre todo él y da ejemplo a todos. Me acuerdo que justo al comienzo de su pontificado en octubre de 1978 ya recomendaba a todos esta oración que él definía «mi oración preferida».
Lo propone hoy, tras la Carta Apostólica sobre el Rosario del mes de octubre de 2002 [«Rosarium Virginis Mariae». Ndr], porque ha querido dar un impulso en el modo de rezar el Rosario en comunión con María, contemplando y viviendo los misterios de Jesús, y elevando la oración llamada «vocal» al rango de oración contemplativa.
¿Qué tiene el Rosario que difiera de otras oraciones y por qué es tan importante dirigir las propias súplicas a María?
El Rosario, como consta de su origen progresivo y organización, es como una oración sencilla e intensa que hace memoria de los misterios de nuestra redención.
El núcleo de la contemplación es ofrecido por la progresiva meditación de los misterios de Cristo y de María: gozosos (Encarnación e infancia), luminosos (vida pública), dolorosos (Pasión y muerte), gloriosos (Resurrección y glorificación de Cristo y de María). Se trata del núcleo esencial de nuestra fe y del misterio de Cristo
La contemplación se lleva a cabo con el apoyo de las oraciones del «Padre Nuestro», «Ave María», «Gloria al Padre».
Todo con un ritmo contemplativo que asimila los misterios para depositarlos en el corazón y revivirlos.
Pero no todas las oraciones son súplicas a María. El «Padre Nuestro» nos pone en contacto con el Padre, por Cristo y en el Espíritu. La primera parte del «Ave María» tiene un carácter invocador y contemplativo del misterio de la Virgen María, Madre del Señor, y concluye con la memoria del nombre y de la persona de Jesús.
Verdadera súplica es sólo la segunda parte del «Ave María», dirigida a la Virgen María, Mare de Dios, por nosotros pecadores y en la perspectiva de la salvación eterna. El «Gloria al Padre» nos vuelve a llevar a la Trinidad, fuente y cumbre de nuestra vida y de nuestra oración.
Muchos se lamentan del estrés de una vida en la que se dispone de poco tiempo para orar. ¿Cómo rezar el Rosario?
La oración del Rosario es sencilla. No requiere un lugar particular, ni un libro, tampoco una pausa silenciosa. Lo podemos rezar en cualquier sitio, por la calle, en el coche, en el transporte público, paseando. Pide sólo un poco de atención de la mente y del corazón. Sale también al encuentro del estrés, porque es una oración que da paz al corazón y a la mente, y nos permite, añadiendo una intención a cada misterio, como hacía el beato Juan XXIII, entrar en comunión con todos e interceder con María para la salvación de todos.
Además del Rosario, el Santo Padre está indicando a los creyentes que presten mucha atención a la Eucaristía. ¿Qué vínculo existe entre la oración a María y la Eucaristía?
En la celebración eucarística vivimos todo el misterio de Cristo en el núcleo fundamental que es el memorial de su muerte y resurrección en forma sacramental y eminentemente eclesial.
En el Rosario prolongamos personalmente o en grupo la meditación, la contemplación y la comunión con el Señor a través de cada uno de los misterios de Cristo y de María, desde la Anunciación hasta la Coronación de la Virgen María, pasando por todo el camino evangélico de Cristo y de su Madre. El Rosario nos prepara para la Eucaristía y prolonga en la contemplación la comunión con Cristo y con María.
Todo esto y mucho, más en la página web http://www.fluvium.org/
Por muchas razones. Lo hace sobre todo él y da ejemplo a todos. Me acuerdo que justo al comienzo de su pontificado en octubre de 1978 ya recomendaba a todos esta oración que él definía «mi oración preferida».
Lo propone hoy, tras la Carta Apostólica sobre el Rosario del mes de octubre de 2002 [«Rosarium Virginis Mariae». Ndr], porque ha querido dar un impulso en el modo de rezar el Rosario en comunión con María, contemplando y viviendo los misterios de Jesús, y elevando la oración llamada «vocal» al rango de oración contemplativa.
¿Qué tiene el Rosario que difiera de otras oraciones y por qué es tan importante dirigir las propias súplicas a María?
El Rosario, como consta de su origen progresivo y organización, es como una oración sencilla e intensa que hace memoria de los misterios de nuestra redención.
El núcleo de la contemplación es ofrecido por la progresiva meditación de los misterios de Cristo y de María: gozosos (Encarnación e infancia), luminosos (vida pública), dolorosos (Pasión y muerte), gloriosos (Resurrección y glorificación de Cristo y de María). Se trata del núcleo esencial de nuestra fe y del misterio de Cristo
La contemplación se lleva a cabo con el apoyo de las oraciones del «Padre Nuestro», «Ave María», «Gloria al Padre».
Todo con un ritmo contemplativo que asimila los misterios para depositarlos en el corazón y revivirlos.
Pero no todas las oraciones son súplicas a María. El «Padre Nuestro» nos pone en contacto con el Padre, por Cristo y en el Espíritu. La primera parte del «Ave María» tiene un carácter invocador y contemplativo del misterio de la Virgen María, Madre del Señor, y concluye con la memoria del nombre y de la persona de Jesús.
Verdadera súplica es sólo la segunda parte del «Ave María», dirigida a la Virgen María, Mare de Dios, por nosotros pecadores y en la perspectiva de la salvación eterna. El «Gloria al Padre» nos vuelve a llevar a la Trinidad, fuente y cumbre de nuestra vida y de nuestra oración.
Muchos se lamentan del estrés de una vida en la que se dispone de poco tiempo para orar. ¿Cómo rezar el Rosario?
La oración del Rosario es sencilla. No requiere un lugar particular, ni un libro, tampoco una pausa silenciosa. Lo podemos rezar en cualquier sitio, por la calle, en el coche, en el transporte público, paseando. Pide sólo un poco de atención de la mente y del corazón. Sale también al encuentro del estrés, porque es una oración que da paz al corazón y a la mente, y nos permite, añadiendo una intención a cada misterio, como hacía el beato Juan XXIII, entrar en comunión con todos e interceder con María para la salvación de todos.
Además del Rosario, el Santo Padre está indicando a los creyentes que presten mucha atención a la Eucaristía. ¿Qué vínculo existe entre la oración a María y la Eucaristía?
En la celebración eucarística vivimos todo el misterio de Cristo en el núcleo fundamental que es el memorial de su muerte y resurrección en forma sacramental y eminentemente eclesial.
En el Rosario prolongamos personalmente o en grupo la meditación, la contemplación y la comunión con el Señor a través de cada uno de los misterios de Cristo y de María, desde la Anunciación hasta la Coronación de la Virgen María, pasando por todo el camino evangélico de Cristo y de su Madre. El Rosario nos prepara para la Eucaristía y prolonga en la contemplación la comunión con Cristo y con María.
Todo esto y mucho, más en la página web http://www.fluvium.org/
martes, 4 de mayo de 2010
Mes de MARÍA
Aunque llego con un poco de retraso a este maravilloso mes, lo hago hoy con XIIIº aniversario de la beatificación de Ceferino Giménez Malla ("el Pelé") que es el primer beato gitano, además, hoy es el aniversario de la dedicación de la iglesia prelaticia del Opus Dei, Santa María de la Paz (en Roma).
Hoy actualizo con la imagen del rosario de la beatificación del Pelé, actualmente tengo ya 128 rosarios y para finalizar, os dejo esta preciosa oración para dedicarle a la Virgen María este mes de mayo:
Bendita sea tu pureza
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea,
en tan graciosa belleza.
A Ti celestial princesa,
Virgen Sagrada María,
te ofrezco en este día,
alma vida y corazón.
Mírame con compasión,
no me dejes, Madre mía. Amén.
jueves, 14 de enero de 2010
¡¡¡¡PROPÓSITO CUMPLIDO!!!!
Antes de finalizar el año 2009, cumplí mi sueño de conseguir 100 rosarios.
domingo, 13 de septiembre de 2009
74 ROSARIOS
Es alucinante como este año de crisis es el que más he progresado, el día 1 de enero del 2009 tenía 32 rosarios, en abril del 2008 tenía 18 rosarios.
Gracias a todos los que colaborais conmigo.
Gracias a todos los que colaborais conmigo.
martes, 19 de mayo de 2009
Rosarios de Valencia
Esta actualización la dedico a un Padre Franciscano de Valencia que me los ha enviado.
Hace una semana, recibí un paquete con estos rosarios, rosario de cordel, uno rosa, uno de la Mare de Deu dels desamparats y otro de dedo.
A parte de los rosarios me llegó un librito con el sermón del Padre Jofré a Juan XXIII
Rosario de Roma
lunes, 11 de mayo de 2009
Mi primer Rosario musulmán
Esta actualización va dedicada a mi colaborador y tío de Chiprana, aunque hace poco que nos conocemos él me ha regalado este rosario musulmán de Túnez. Se caracteriza por tener 33 bolas y una de pequeña para separar otras 33 y otra pequeña y otras 33. Son 99 bolas y dos de más pequeñas de separación. Con este llego a los 41.
jueves, 7 de mayo de 2009
Oxúm
Oxúm es el Orixá femenino de las aguas dulces, del útero y del óvulo, reina de todas las riquezas, protectora de los niños, madre de la dulzura y la benevolencia. Dueña de las aguas en África vive en el río Oxum. Señora de la fertilidad de la gestación y del parto, cuida de los recién nacidos.
Oxum es reconocida como la diosa más vanidosa de Candomblé, danza siempre repleta de anillos, pulseras, collares, aros y coronas.
El arco y flecha que ella carga se debe al hecho de haber sido esposa de Oxóssi que es orixá de caza. Como este la maltrataba mucho, ella decidió vivir con Xangó de quien se convirtió en esposa preferida.
Además de ser orixas de la riqueza y la vanidad, Oxum es diosa de los riachuelos, cascadas y cataratas. En el sincretismo personifica a nuestra señora del Rosario.
miércoles, 6 de mayo de 2009
martes, 5 de mayo de 2009
lunes, 4 de mayo de 2009
Rosario de Lourdes
Hoy con el motivo de los 40 rosarios, actualizo con el número 40 aunque me salgo de la dinámica. Lo he conseguido hoy gracias a dos primos de Caspe que viajaron el puente del uno de mayo hasta Lourdes. Hoy les dedico la actualización con el rosario que les pedí, detrás de la Virgen hay una gota de Agua de Lourdes, manantial de agua bendita.
Rosario de la Mare de Deu dels Desamparats
domingo, 3 de mayo de 2009
Rosario nepalí
Rosarios de Cristal
sábado, 2 de mayo de 2009
El Rosario musulmán
El rosario de los Musulmanes se asemeja a un collar de 33 cuentas unidas entre sí.
Hasta hace poco, eran cuentas de ámbar, aunque ahora se realizan en otros materiales. Las cuentas son más bien grandes, redondas u ovaladas y con un orificio grande para dejarlas caer, a través del cordón que las enlaza.Este rosario debería estar formado por 99 cuentas y para hacerlo más llevadero, se le redujo a un tercio, teniendo la obligación de repetirlo tres veces para completar el numero de 99. Este número es simbólico y significa los 99 nombres o atributos divinos que honran al verdadero Dios. Aquí podemos ver las semejanzas con las letanías del santo rosario Cristiano, pero con ciertas diferencias; en el Cristianismo, el rosario está dedicado a la Virgen y la letanía invoca los múltiples nombres o adjetivos para invocar a María.
Normalmente, el rosario cristiano lo rezan las mujeres; sin embargo, en la religión musulmana es una práctica habitual de los hombres, en cualquier lugar o momento del día y no es una práctica obligatoria, pero es recomendado por Mahoma en el capitulo VII del Corán.El rezo de los nombres o atributos divinos, tiene gran importancia para los musulmanes; de alguna manera, es una expresión fuerte de exteriorizar su fe y cumplir con su práctica religiosa.
Hasta hace poco, eran cuentas de ámbar, aunque ahora se realizan en otros materiales. Las cuentas son más bien grandes, redondas u ovaladas y con un orificio grande para dejarlas caer, a través del cordón que las enlaza.Este rosario debería estar formado por 99 cuentas y para hacerlo más llevadero, se le redujo a un tercio, teniendo la obligación de repetirlo tres veces para completar el numero de 99. Este número es simbólico y significa los 99 nombres o atributos divinos que honran al verdadero Dios. Aquí podemos ver las semejanzas con las letanías del santo rosario Cristiano, pero con ciertas diferencias; en el Cristianismo, el rosario está dedicado a la Virgen y la letanía invoca los múltiples nombres o adjetivos para invocar a María.
Normalmente, el rosario cristiano lo rezan las mujeres; sin embargo, en la religión musulmana es una práctica habitual de los hombres, en cualquier lugar o momento del día y no es una práctica obligatoria, pero es recomendado por Mahoma en el capitulo VII del Corán.El rezo de los nombres o atributos divinos, tiene gran importancia para los musulmanes; de alguna manera, es una expresión fuerte de exteriorizar su fe y cumplir con su práctica religiosa.
Rosario de La Manga del Mar Menor
Rosario de la Catedral de Colonia (Alemania)
Rosario de Calanda
Rosario de Lourdes
viernes, 1 de mayo de 2009
Rosario Antiguo
Rosario de Roma
Rosario de Fátima
Rosario de Notre Dame de París
jueves, 30 de abril de 2009
Respecto a los comentarios
Respecto a los comentarios, os agradezco que colgueis comentarios como anónimo, pero por favor dejad el nombre debajo del comentario para que sepa de quién es.
Saludos y gracias a todos,
David
Saludos y gracias a todos,
David
Rosario de Roma
Rosario de Benedicto XVI
Este me lo trajo el cura de Maella en 2008, estuvo en Roma un tiempo y tuvieron encuentos con el Papa, en uno de ellos dijo: "Los objetos de culto que lleveis encima, quedan bendecidos"
Así pues, está bendecido por Benedicto XVI. Le doy las gracias por pensar en mi, pero mi corazón es de Juan Pablo II.
Así pues, está bendecido por Benedicto XVI. Le doy las gracias por pensar en mi, pero mi corazón es de Juan Pablo II.
Rosario de dedo del Pilar
Rosario Misionero del Pilar
El Rosario Misionero es una forma de oración que toma como base al Rosario tradicional, en la cual, por intercesión de María, se pide al Padre por las intenciones y necesidades de todo el mundo. Es una oración mariana universal y misionera. Está estructurado, al igual que el Rosario tradicional en cinco misterios, en cada uno de los cuales se pone como intención a uno de los cinco continentes. Las cinco decenas tienen sendos colores, que representan a cada uno de los cinco continentes desde el punto de vista misional, y recuerdan al que reza, la intención misional de cada decena. 1° Misterio, de color verde, se reza por Africa. El color verde, nos recuerda las verdes selvas habitadas por nuestros hermanos africanos. 2° Misterio, de color rojo, se reza por América. El color rojo, simboliza la sangre derramada por los mártires que dieron su vida durante la evangelización de este continente. 3° Misterio, de color blanco, se reza por Europa. El color blanco, nos recuerda a la raza blanca, originaria de este continente y al color de las vestiduras del Papa, que también tiene en él su sede. 4° Misterio, de color azul, se reza por Oceanía. El color azul nos habla de Oceanía, con sus miles de islas esparcidas en las azules aguas del Océano Pacífico. 5° Misterio, de color amarillo, se reza por Asia. El color amarillo nos trae a la memoria el Asia, poblado en gran parte por razas de este color. Su Santidad el Papa Juan XXIII rezaba el Rosario Misionero todos los días por el mundo entero, dedicando una decena a cada continente: "Como Papa debo orar por la humanidad entera y lo hago al rezar el Santo Rosario Misionero: la primera decena por África, la segunda por América, la tercera por Europa, la cuarta por Oceanía y la quinta por Asia".
Este Rosario esta bendecido por el párroco de la Parroquia de San Pablo de Zaragoza 2009, delegado de Ecumenismo de la diócesis de Zaragoza y delegado de diálogo interreligioso de la misma diócesis.
Este Rosario esta bendecido por el párroco de la Parroquia de San Pablo de Zaragoza 2009, delegado de Ecumenismo de la diócesis de Zaragoza y delegado de diálogo interreligioso de la misma diócesis.
miércoles, 29 de abril de 2009
Décima de la catedral de Palma de Mallorca
Este Rosario o adquirí en la Catedral de Palma deMalloca en Fin de Curso, este Rosario venía con un pequeño libro que explicaba es rezo de Santo Rosario paso a paso, en uno de los pueblos, el guia nos dijo que solo había 15 misterios y gracias a este libro le demostré que había 20, por supuesto, esperé a que no hubiese nadie para decírselo y él después lo dio delante de todo el grupo.
Rosario de Asís
martes, 28 de abril de 2009
Sarasuati, la diosa hindú de la música
Rosario de pared de Mallorca
Este Rosario lo adquirí en Mallorca en 2007 en Fin de Curso del instituto de Maella. En muchas tiendas vi pero no me decidí hasta es penúltimo día y ahora lo tengo colgado en la habitación desde donde he creado este blog con un cuadro y una medalla de Juan Pablo II uno de mis dos ídolos, el otro es el escritor turolense Javier Sierra.
¿Qué es el Santo Rosario?
Hasta ahora se ha considerado como la mejor definición del Rosario, la que dio el Sumo Pontífice San Pío V en su "Bula" de 1569: "El Rosario o salterio de la Sma. Virgen, es un modo piadosísimo de oración, al alcance de todos, que consiste en ir repitiendo el saludo que el ángel le dio a María; interponiendo un Padrenuestro entre cada diez Avemarías y tratando de ir meditando mientras tanto en la Vida de Nuestro Señor". El Rosario constaba de 15 Padrenuestros y 150 Avemarías, en recuerdo de los 150 Salmos. Ahora son 20 Padrenuestros y 200 Avemarías, al incluir los misterios de la luz. La palabra Rosario significa "Corona de Rosas". Nuestra Señora ha revelado a varias personas que cada vez que dicen el Ave María le estan dando a Ella una hermosa rosa y que cada Rosario completo le hace una corona de rosas. La rosa es la reina de las flores, y así el Rosario es la rosa de todas las devociones, y por ello la mas importante de todas. El Rosario esta compuesto de dos elementos: oración mental y oración verbal. En el Santo Rosario la oración mental no es otra cosa que la meditación sobre los principales misterios o hechos de la vida, muerte y gloria de Jesucristo y de su Santísima Madre. Estos veinte misterios se han dividido en cuatro grupos: Gozosos, Luminosos, Dolorosos y Gloriosos. La oración verbal consiste en recitar quince decenas (Rosario completo) o cinco decenas del Ave María, cada decena encabezada por un Padre Nuestro, mientras meditamos sobre los misterios del Rosario. La Santa Iglesia recibió el Rosario en su forma actual en el año 1214 de una forma milagrosa: cuando Nuestra Señora se apareciera a Santo Domingo y se lo entregara como un arma poderosa para la conversión de los herejes y otros pecadores de esos tiempos. Desde entonces su devoción se propagó rapidamente alrededor del mundo con increíbles y milagrosos resultados. Entre las varias formas y modos de honrar a la Madre de Dios, optando por las que son mejores en si mismas y mas agradables a Ella, es el rezo del Santo Rosario la que ocupa el lugar preminente. Vale la pena recordar que entre las variadas apariciones de la Santisma Virgen, siempre Ella ha insistido en el Rezo del Rosario. Es asi como, por ejemplo, el 13 de Mayo de 1917 en un pueblo de Portugal llamado Cova de Iria, la Santisima Virgen insiste con vehemencia el rezo del Rosario a los tres pastorcitos, en una de sus muchas apariciones a estos tres videntes. Siendo un sacramental, el Santo Rosario contiene los principales misterios de nuestra religion Catolica, que nutre y sostiene la fe, eleva la mente hasta las verdadades divinamente reveladas, nos invita a la conquista de la eterna patria, acrecienta la piedad de los fieles, promueve las virtudes y las robustece. El Rosario es alto en dignidad y eficacia, podria decirse que es la oracion mas facil para los sencillos y humildes de corazon, es la oracion mas especial que dirigimos a nuestra Madre para que interceda por nosotros ante el trono de Dios. El Santo Rosario prolonga la vida liturgica de la Iglesia pero no la sustituye, al contrario enriquece y da vigor a la misma liturgia. Es por ello, que el Santo Rosario se enmarca como una plegaria dentro de la religiosidad popular que contiene un gran tesoro de volares que responde con sabiduria cristiana a los grandes interrogantes de la existencia. El pueblo latinoamericano es profundamente Mariano, reconoce con una gran sabiduría popular católica, que llegamos a Jesús Salvador a través de Maria Santísima su Madre y desde los mismos tiempos del descubrimiento y de la conquista de América, se genero una gran devoción por la Virgen Maria; en Ella, nuestros pueblos siempre han mirado el rostro maternal de quien nos trajo la salvación y con la primera manifestación explicita de la Reina del Cielo en tierra americana, con rostro y figura de mujer mestiza, en México, se acrecentó aun mayor el amor y la devoción a ella en todos los países hispano parlantes, reconociéndola como nuestra propia Madre, llena de amor, de misericordia y de piedad para con sus hijos. Sentimiento que va en relación directa con el origen mismo de la Maternidad Divina: Maria es Madre de Dios Redentor es también verdaderamente la Madre de todos los miembros de Cristo, porque Ella colaboro con su amor a que nacieran en la Iglesia, los creyentes, miembros de aquella cabeza que es Cristo. El paso del tiempo, las costumbres modernas, y la innovación de formas de oración, no pueden dejar a un lado el rezo del Santa Rosario. De hecho, los Santos Padres y los Santos han tenido una profunda devoción a este sacramental, nosotros como católicos y como amantes de la Reina del Cielo hemos de ser fervientes devotos del Rosario. Es digno de recordar que la familia que reza unida permanece unida, Que la recitación piadosa y consciente del Santo Rosario nos traiga la paz al alma y nos una mas estrechamente a Maria para vivir auténticamente nuestro cristianismo.
lunes, 27 de abril de 2009
Rosario de Jerusalén
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